El frío ha llegado y parece que entra con fuerza. Ya se están viendo los primeros efectos por toda España. Las lluvias, las nevadas y los días grises empiezan a ser parte del día a día.
Para los aventureros esto no será un problema ya que el campismo durante el invierno también es una magnífica experiencia. Sin embargo, si pertenecéis al grupo de los que dejan aparcada la caravana o autocaravana durante esta temporada, es posible que sufráis algún que otro contratiempo. Es muy común que, durante los periodos de poca actividad excursionista, vuestros vehículos se estropeen por los cambios climáticos que traen consigo las estaciones frías.
Algo muy recurrente en la temporada de frío y cuando no se hace uso de los remolques es que estos se ven afectados por la humedad. Como ya sabéis, este es uno de los peores problemas que podemos tener ya que si esta afecta a la estructura interna del vehículo nos obligará a ponernos con reformas, que no son solo costosas sino también complicadas de hacer.
Para que este invierno estéis completamente preparados para evitar ese contratiempo, os dejamos diez consejos para evitar la humedad y sus efectos en vuestra compañera de viaje.
Coloca una bola-seca antihumedad
Una de las mejores soluciones y de las más fáciles de poner en práctica es colocar este captador de la humedad. La bola-seca es un dispositivo de plástico que está diseñado para absorberla gracias a unos cristales internos, formados en su mayoría por sales de cloruro de calcio que son secantes. Este accesorio no produce ni gases, ni olores, ni humo y mucho menos vapor.
Inclina tu caravana hacia delante
El problema del invierno es que trae consigo un buen número de lluvias (en la mayoría del territorio). Si dejamos el remolque en recto, se pueden generar charcos que acaben calándose en los materiales internos del techo y que oxiden el metal. Para evitarlo, lo mejor que podemos hacer es colocar las borriquetas o unos elevadores en la parte trasera del vehículo inclinándolo hacia delante y propiciando la caída del agua.
Protege las puertas y las cerraduras
Otro gran daño al que nos podemos enfrentar en esta época del año es que a causa de la humedad las puertas y las cerraduras tienden a estropearse o a ceder. Esto se debe a que en ellas ha entrado agua y ha provocado la dilatación del material. Para impedir que esto pase, lo mejor es que recubramos las cerraduras y los marcos de las puertas con cinta aislante así conseguiremos que no entre agua y que esta se pueda congelar.
Vacía las tuberías
Los más expertos en caravaning estaréis curtidos en este aspecto pero los más novatos seguro que desconocen que esto es necesario. Es muy importante que vaciéis los tanques de agua, las conducciones y los grifos para que no haya fugas de agua y acaben generando moho detrás de la pared. Además, si nos olvidamos de este paso es posible que si las temperaturas son muy bajas, el agua se congele y esto provoque que alguna tubería explote. Los daños pueden ser mucho más graves de lo que pensáis.
Calza las ruedas
Cuando los ejes están sometidos a temperaturas bajas tienden a oxidarse y por lo tanto a estropearse. Para evitar que nos pase esto lo mejor que podemos hacer es calzar las ruedas para la humedad del caucho no acabe traspasándose al metal y corroa. Además, esto es importante para que el caucho no se dilate y se contraiga en exceso a causa del cambio de temperaturas.
Evita que la humedad afecte los bajos
Lo mejor para conseguir esto es que le coloquemos tacos (borriquetas) o una lona impermeable bajo de las ruedas, sobre todo si el suelo es de tierra. De este modo protegeremos el frontal y los bajos del vehículo de la humedad del suelo.
Evita dejar textil cerca de puntos húmedos
Este punto es muy importante ya que el textil, sobre todo las mantas, producen condensación pues absorben la humedad del ambiente. Si lo dejamos cerca del techo o de alguna ventana o puerta, lo más probable es que la absorba y que acabe traspasándola a las paredes o los muebles produciendo moho detrás de la pared.
Engrasa la caravana
Engrasar los husillos de las patas, el estabilizador y las partes móviles de los frenos es esencial para que la humedad no penetre y acabe corroyendo el material de estas zonas del vehículo. Lo mejor es que los recubráis con grasa para impermeabilizarlo y evitar que se estropeen. Este truco también va muy bien para la silicona de las ventanas porque por culpa del tiempo la silicona también es susceptible de contraerse y dilatarse haciendo que entre la humedad. Para recubrirla es mejor usar vaselina neutra.
Ventila tu vehículo
Es imprescindible ventilar la caravana o la autocaravana cada semana, preferiblemente por las mañanas una o dos veces. Además de comprobar el estado de la caravana o autocaravana, ventilando la zona conseguiremos que no haya una concentración de humedad. Es fundamental que hagáis hincapié en los baños y los dormitorios pues al tratarse de estancias más pequeñas tendrán una condensación mayor.
Deja abiertos los aireadores
Otro detalle que tenemos que tener en cuenta para conseguir que no se formen humedades en nuestro vehículo es dejar abiertos los aireadores. Con esto conseguiremos que el aire se recicle y se renueve día a día.
Eso sí, esta medida solo se debe tomarse si se tapa la caravana con un plástico transpirable. En el caso de que no la tapéis, no dejéis tampoco los aireadores abiertos ya que a través de estos se colará el agua y todas las medidas anteriores no os servirán de nada.
Una caravana o autocaravana bien cuidada puede ser un compañero de viaje por mucho tiempo y como veis, conseguirlo no es nada complicado. Esperamos que estos consejos os hayan servido.
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