Aunque en los últimos años se está haciendo un esfuerzo cada vez mayor para reducir el número de accidentes en carretera, está en nuestras manos una circulación responsable y tranquila para poder evitar posibles problemas en la conducción.
Si ya lo hacemos cuando circulamos con nuestro utilitario, en el momento en el que llevamos una caravana enganchada debemos extremar las precauciones, sobre todo si las condiciones no son las favorables.
El viento es uno de los grandes enemigos de los trayectos con caravana y hay que saber muy bien qué hacer para poder completar nuestro camino de forma segura;
– Si el viento viene de forma lateral, debemos procurar coger el volante con firmeza y reducir la velocidad para evitar posibles vuelcos. Cuanto más largo sea el conjunto de coche y caravana, más notaremos su fuerza.
– Ante un viento de frente no debemos olvidar que la resistencia presentada por nuestro coche sumada a la de la caravana es mucha, así que hay que conducir despacio y con firmeza.
– Si el viento viene por detrás debemos reducir al máximo la velocidad para evitar que la caravana se balancee y vuelque.
Los expertos en conducción con caravanas apuntan que en general ante una situación de viento es necesario seguir ciertas directrices;
– Aunque se trata de una recomendación necesaria antes de emprender cualquier trayecto, es importante revisar el estado de las ruedas, su presión y el estado de los frenos para tener una conducción lo más segura posible.
– En la caravana hay que comprobar el estado de los anclajes, así como los cierres de las ventanas y puertas.
– Hay que reducir la velocidad hasta que en el volante notemos la caravana firme. Los balanceos se notan y en cuanto percibamos un poco de movimiento, es indispensable bajar la velocidad.
– Podemos modificar nuestro recorrido para evitar rachas fuerte, por lo que deberemos salir de autopistas y carreteras despejadas o próximas al mar para buscar otros caminos más resguardados.
– Mejor evitar adelantamientos, sobre todo a otros vehículos grandes. El viento nos puede jugar una muy mala pasada.
Aparte de todos estos consejos, si es necesario, mejor parar y esperar a que el viento amaine o en todo caso, cambie de dirección o su fuerza para poder conducir mejor.