Si estás en posesión de una caravana, una autocaravana o de una camper van, o si tienes pensado adquirir una próximamente, es probable que no puedas habitarla durante todo el año, pues las obligaciones y el trabajo en ocasiones nos dificultan el poder disfrutar nuestro vehículo tanto como quisiéramos.
Es por eso que en ocasiones nos vemos obligados a estacionar nuestro vehículo durante largas temporadas a la espera de un período vacacional en el que podamos disfrutarlo como toca.
Este post ofrece consejos útiles para conservar tu vehículo en buen estado durante ese período de tiempo en el que tenemos nuestro vehículo inhabitado estacionado en un parking de caravanas.
Un factor importante a tener en cuenta es el clima. Si estacionamos la caravana al aire libre y el clima es frío es necesario prestar atención a temas como el agua. Es recomendable vaciar todos los depósitos, pues en caso de congelación el agua ocupa más volumen y nuestras tuberías, la bomba o grifos pueden agrietarse e incluso romperse.
La humedad es uno de los mayores enemigos de una caravana estacionada, por lo que hay que tomar ciertas precauciones. Es conveniente instalarla en lugares ventilados y con la mínima humedad, separándola de otras caravanas o de paredes o muros para que circule bien el aire.
Si dispones de caravana, es recomendable cubrir el cabezal de enganche con una lona o funda para protegerlo de la oxidación, pero dejando un hueco abierto por la parte inferior para que se mantenga seco.
Si no es mucho inconveniente es aconsejable visitar la caravana de forma periódica para abrirla y ventilarla. Si está en un lugar muy húmedo se puede encender la calefacción para secar el ambiente.
Poner algún deshumidificador también puede ser una buena opción, además de dejar abiertos los aireadores. Es importante no dejar nada en contacto con el techo de la caravana para evitar que condense.
Parecerán obviedades, pero es importante cortar el gas y la luz, además de no dejarse nada dentro de la nevera.
Los neumáticos son otro tema importante a tener en cuenta, pues un vehículo de tal peso necesita de un cuidado extra. Al estacionarla es recomendable cubrir los neumáticos con fundas térmicas o con una lona en su defecto, aunque lo realmente ideal (y complicado) sería desmontarlos. Es necesario bajar las patas y colocar patas de refuerzo o borriquetes para aliviar el peso a los neumáticos, sobre todo en la parte central.
Es también importante no dejar el freno de mano en tensión, pues si no se desbloquea la palanca, puede quedarse bloqueada.
Por último, pero no menos importante, es cuidar con los productos adecuados nuestra caravana, engrasando los diversos engranajes, siliconando las juntas o rociando las patas con spray antióxido.
Y hasta aquí nuestra retahíla de consejos, para que tu caravana esté perfectamente nueva y lista para tus vacaciones.