El mundo del caravaning está muy de moda y es algo que no solo percibe el turista medio, que cada vez ve más caravanas y autocaravanas en las carreteras dirigiéndose a sus destinos. Es algo que también notan los hosteleros y por ello se han puesto manos a la obra para aprovechar esta tendencia.
No se trata de intentar combatir el fenómeno, sino de unirse a él para atraer a los adeptos del caravaning a establecimientos diferentes. Por ejemplo, el hostel Base Camp de Bonn ha querido atraer a todos aquellos que no pueden permitirse una caravana pero que se mueren por alojarse en una.
¿Cómo? Muy sencillo. Han recreado un aparcamiento con dieciséis caravanas en las que cualquiera puede alojarse para pasar unos días. Además, no se trata de caravanas cualquiera, sino de vehículos temáticos de películas, que van desde las más futuristas a otras inspiradas en África o en la estética rockabilly.
Además, este hostel también ofrece la posibilidad de dormir en antiguos vagones de tren reformados por un precio inferior al de las caravanas, ¡y todo en el corazón de Alemania, en Colonia! Se trata de un hostel muy bien valorado por los viajeros ya que por el precio de una noche está incluido tanto el desayuno, como la conexión wifi y la ropa de cama, así como las toallas.
Los amantes del sabor americano que quieran saber lo que es dormir en una caravana muy cerca de Los Ángeles no tienen porqué renunciar a su sueño. Pueden acudir a Hicksville Trailer Palace & Artist Retreat, en la región de Joshua Tree, para pasar la noche muy cerca del valle de la muerte.
Este motel de carretera no cuenta con las tristes habitaciones que siempre hemos visto en las películas. El turista podrá dormir en una de las diez caravanas temáticas que rodean la piscina del motel y podrán pasar la noche en habitaciones inspiradas en el Oeste, en establos, en el punk glam o en caravanas de principios de siglo.
Se trata de una oportunidad única de respirar Estados Unidos de forma diferente y además, durmiendo en una caravana, toda una oportunidad para experimentar el caravaning sin haber tenido que alquilar o comprar un vehículo.
Quién sabe, es posible que tras esta experiencia más de uno se anime a comprar su propia caravana para recorrer el mundo y así comenzar a ser un turista diferente.
